jueves, 16 de mayo de 2013

HABLEMOS DE JESÚS Sobreedificando sobre el fundamento Cristo Siguiendo el consejo de Pablo nuestro apóstol que dice: y todas las cosas examinad, lo bueno retened, 1 a los Tesalonicenses 5:21, empezaré esta sección, la cual considero la introducción al tema, haciendo referencia a un par de las llamadas leyes universales del éxito. Primero, haré referencia a la Ley de Disonancia Cognitiva. Pero antes de proseguir, haré un paréntesis para definir brevemente esos dos términos antes mencionados. Me refiero al término "disonancia" que significa "dos sonidos o dos voces distintas". Segundo, el término "cognitiva" que significa "conocimiento". Veamos un ejemplo del principio antes mencionado. Un hermano niño en Cristo tiene establecida en su mente las doctrinas de la leche o del evangelio de la circuncisión que le son conocidas, porque fueron las doctrinas recibidas por el sistema religioso. El sistema religioso ha llenado al mundo del evangelio de la circuncisión predicado por los doce apóstoles de Jesús de Nazaret, las enseñanzas del principio de Cristo en los días de su carne ligadas con el vino viejo de la ley o antiguo pacto. Cuando el creyente niño se enfrenta a la doctrina del evangelio de la incircuncisión o evangelio de la gracia, cuya doctrina es opuesta a la suya, esto ocasiona conflicto en él. Esto ocasiona que el creyente niño levante barreras, levante como revela el apóstol Pablo en 2 a los Corintios 10:4-5, fortalezas, razonamientos, argumentos y altiveces que se levantan contra el conocimiento de Dios. Por mucho tiempo los niños en Cristo han sido sobreedificados por el sistema religioso con la doctrina que el apóstol Pablo llamó en los días de su carne materiales de leña, heno, paja; mientras que los adultos han sido sobreedificados con oro, plata y piedras preciosas que es el evangelio de la gracia, como revela 1 a los Corintios 3:12-15. La leña, el heno y la paja fueron las enseñanzas para la niñez de la Iglesia comenzadas en el seno de la congregación de Jerusalén bajo el ministerio de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret. Si observas bien, verás que el ministerio de los doce fue en medio de los judíos, porque su mensaje fue para el cierre de la ley o antiguo pacto. Tan pronto como un creyente de Cristo se encuentra con la verdad que lo hace libre, la realidad del fuego de la revelación del evangelio de la gracia quema todo lo que ha sido sobreedificado con materiales de leña, heno y paja que como les dije anteriormente fue la leche del principio de la Iglesia. Esas enseñanzas fueron el evangelio de la circuncisión mezclado con el vino de viejo de la ley, que es una bebida que aturde, que embriaga, pero que el fuego de la revelación destruye. Por eso es el miedo de los creyentes niños o religiosos a enfrentarse a la revelación del evangelio de la gracia. El individuo teme que su sistema de creencias se tambalee. Tiene miedo de perder todas las fábulas judaicas y enseñanzas no sustentadas por el evangelio de la gracia que ha sobreedificado sobre el fundamento que es Cristo. Revela el apóstol que si este es el caso, esos creyentes niños son salvos a pesar de la pérdida de sus materiales; son salvos aunque así como por fuego, 1 a los Corintios 3:15. Es salvo porque la salvación es por gracia por la obra de Cristo sin ninguna obra del creyente y esa salvación simplemente se cree por fe, la cual es un regalo de Dios. Esta sección tiene por tanto como objetivo, explicar de acuerdo al evangelio de la gracia, que Cristo ha realizado dos roles por causa de nuestra reconciliación. Cristo en los días de su carne nos presenta todo el trabajo realizado por Jesús de Nazaret, que vino conforme a la ley y nacido de mujer, como revela el apóstol Pablo en Gálatas 4:4. Por eso Jesús de Nazaret dijo que él no vino al viejo mundo de la ley o antiguo pacto, para abrogarlo. Cristo en la carne no vino para quitar el pacto temporero de la ley o los profetas, Mateo 5:17; sino que se manifestó en carne para cumplir con todo lo que ese pacto demandaba, que incluyó pagar el pagaré o deuda del pecado que era la muerte, la que pagó en la cruz, para reconciliarnos y volvernos a la vida eterna, Romanos 6:23. Jesús Cristo el resucitado o Espíritu Eterno, luego de cumplirse el último tilde de la ley y los profetas que fue el juicio anunciado por Moisés en la ley desde el principio de esa nación y por todos los profetas y ocurrido en el año 70, también confirmado por Cristo en los días de su carne como la señal del Hijo del Hombre, biografía según Mateo 24:30, le puso fin a ese pacto temporero, Romanos 10:4. La ley o pacto temporero fue solamente una sombra o figura de las cosas verdaderas hasta que llegara el tiempo de renovar todas las cosas, Hebreos 8:4-5, 9:9-10, 9:23-25. Cristo le puso fin a ese pacto, porque ahora mediante una sola ofrenda ha perfeccionado a todos los que van siendo santificados como revela Hebreos 10:14. La expresión del verso anterior traducida como "ha perfeccionado" es lo mismo que decir, "ha completado el proceso" a todos los que van entrando en el conocimiento de su obra de gracia. Por esa razón, Cristo llamó a Pablo como único apóstol para revelar el evangelio de la gracia, el mensaje para todo el mundo, para unir en un solo pueblo en los nuevos cielos y nueva tierra: el nuevo pacto que es eterno, a los dos pueblos o rebaños que tenía en el viejo mundo de la ley o antiguo pacto.

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