jueves, 16 de mayo de 2013

"LOS FUNDAMENTOS PARA UN PROYECTO EDUCATIVO" (Mateo 7:24-27) Estas son las palabras finales de Jesús en su Sermón del Monte. En este discurso final hay dos aspectos a tener en cuenta: la doctrina de Jesús, basada en el amor, frente a la Torá (Ley), esta es la base doctrinal del reino de Dios; y sus enseñanzas, las cuales son teóricas y prácticas. No son meros enunciados. Por lo que se puede ver, Jesús quiere terminar sus enseñanzas con una parábola o metáfora, desde el lado positivo. En la primera escena hay un hombre que es prudente y sabio y dos cosas materiales: la casa y la roca. Aquí Jesús asume el rol de arquitecto que sabe cuál terreno es propicio para construir. Su consejo es la construcción sobre cimientos fuertes, sólidos. A Él no le interesa el color de la fachada, el número de habitaciones o el diseño de los interiores. Le interesa los cimientos. Si éstos son fuertes harán posible que la casa construida sobreviva cualquier terremoto, tormenta o inundación y no se derrumbe. De ahí que atendiendo esta enseñanza de Jesús, ningún plan o proyecto puede ser elaborado si no se tienen los fundamentos sólidos para ejecutarlo en forma eficaz. Este aspecto es el que va a hacer la diferencia con otras casas, con otros planes o proyectos educativos. Ahora bien, es bueno tener en cuenta que toda casa no está exenta de peligros, tormentas, terremotos o inundaciones, todo eso vendrá y azotarán la casa, pero ésta resistirá el embate y no caerá. Esto conlleva a que nosotros los cristianos no estamos exentos de enfermedades, accidentes, muertes, pérdidas de trabajo, etc. Lo mismo será para nuestros proyectos de vida o educativos, no están exentos a esa realidad, habrán errores, críticas sin fundamento, dificultades financieras, distanciamiento de la realidad circundante, pérdida de alumnos, falta de profesores idóneos, padres de familia irresponsables en el cuidado de sus hijos, confusión doctrinal, etc. Para resistir estos embates debemos estar preparados. A todo esto, ¿qué es lo que hace que los cimientos sean fuertes?. La respuesta está en las mismas palabras de Jesús: oír y cumplir con sus enseñanzas (v. 24). ¿Es este fundamento el que sustenta nuestros proyectos de vida, aún los educativos? Estoy seguro que la respuesta es afirmativa y que la piedra fundamental son los valores y principios cristianos puestos en práctica en la vida cotidiana. No basta tener grandes y hermosos edificios para la enseñanza, ni tener una excelente plana de docentes y administrativos. Lo importante será que la filosofía de nuestros proyectos educativos sean proyectos que permitan una educación para la vida y tenga en cuenta la espiritualidad de los alumnos y de toda la comunidad educativa, para convertirlos en agentes de cambio y puedan transformar su propia realidad personal y social, tal como lo demanda nuestro Señor Jesucristo. Finalmente, hacer todo esto es llegar a ser sabio en la vida. En una segunda instancia, Jesús nos advierte del peligro de construir nuestra casa o proyecto en la arena. Hacer esto es no ser sabio, es ser torpe, tonto. Nótese que ambos personajes se encuentran en circunstancias idénticas (lluvias devastadoras, diluvios y viento fuerte). La diferencia no se encuentra en las circunstancias de cada uno de ellos, sino en la casa (metáfora). La casa del hombre sabio sobrevive porque la construyó sobre la roca (las enseñanzas de Jesús). ¿Y la casa del hombre torpe por qué no sobrevive y cae? Sin duda porque se ha construido sobre la arena (principios y filosofías huecas, fuera de las palabras de Jesús). Hoy en día, nuestra sociedad construye ídolos falsos (educación elitista, seguro de vida, acumulación de dinero, autosuficiencia, individualismo, etc.) y sobre ellos se edifican los proyectos de vida y aún los educativos. Dios y la fe no tienen nada que ver en la vida de las personas ni en sus ideales, menos aún en su espiritualidad. El fin de esta sociedad es la ruina total, al ser necios y no poner en práctica las enseñanzas de Jesús; porque sabiendo que estas enseñanzas son palabras de vida, se prefiere vivir alejado de ellas, se confía en las propias capacidades, generando el caos y el derrumbe de los proyectos. ¿Cuántos proyectos se asemejan a esta parábola? ¿Cuántos sobreviven a las tormentas y cuántos caen?. Será bueno, en este momento, revisar nuestros proyectos de vida y nuestros proyectos educativos luego de haber tenido este V Congreso Pedagógico de ALAIME (Asociación Latinoamericana de Instituciones Metodistas de Educación). ¿Qué es lo nuevo que se presenta en nuestro quehacer educativo? Bueno, ante todo lo que hemos reflexionado, nuestra fe y confianza en el Señor Jesús deberá mantenernos firmes en nuestros objetivos y estar listos a poner en práctica sus enseñanzas y así poder ser luz y sal del mundo. No hacerlo así, estas piedras hablarán por nosotros, tal como lo advirtió el Señor (Lucas 19:40). Amén.

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